Mucho me temo que vienen
a rescatarme. Lo intuyo deslizándose por mis venas. Airado, ordeno parar a mi
elefante, que se inclina dócilmente mientras desciendo por su montura cubierta
en seda. Me despojo de atavíos pesados y
corro libre; trepo a mi árbol favorito y
alzo mi puño al cielo. Desde allí diviso
el mar embravecido, la luna llena, Marte y la torre Eiffel, y pienso en ti... pero
todo se desvanece ante la invasión blanca. Y sus armas me escupen de nuevo a mi
mullida celda de realidad perdida.
Para concurso microcuentos by Morgana M.L
1 comentario:
El cambio es la ley de la vida. Y aquellos que sólo miran al pasado o presente definitivamente perder el futuro.
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